El coaching ha venido a nuestra vida para quedarse, aunque no siempre tenga la mejor fama y algunos opinen que es una moda pasajera o burbuja del momento, como lo comentaba en mis primeros artículos. Cada vez más, estoy más y más convencida de que todos necesitamos un coach. Incluso un coach necesita a otro coach para avanzar y conseguir objetivos. Al menos, éste es mi caso. Y en este post explicaré por qué. Pero volvamos al Coaching Estratégico.
La idea es escoger lo mejor de cada una de estas disciplinas para realizar procesos de coaching mucho más efectivos y sobre todo, con una clara estructura y estrategia.
De hecho, los seres humanos empleamos estrategias en nuestra vida diaria, incluso sin ser conscientes de ello. Otra cosa es que estas estrategias nos funcionen o no. Pero muchos de nuestros patrones y hábitos provienen precisamente de unas estrategias que hemos aprendido a utilizar para obtener resultados, incluso si estas estrategias no nos lleven a nada bueno.
La definición del coaching que me gusta más (aunque hay multitud de definiciones de todo tipo) es que se trata de un proceso de crecimiento de la persona en cualquier área de su vida. El cliente acude a un coach para conseguir un determinado objetivo, pero este objetivo en realidad se convierte en mera excusa para que la persona pueda crecer y expandir su psicología, para llegar a nuevas opciones, mejores decisiones y mejores acciones.
El coaching estratégico, por tanto, sería una forma de crecer con una estrategia clara, una estructura, escogiendo lo mejor de las distintas disciplinas que la actualidad nos ofrece. Porque la vida es precisamente eso: crecer y progresar. Estancarse es morir en vida.
¿Y cómo se consigue este crecimiento? Alineando la psicología de la persona con el objetivo que desea alcanzar. Imagínate que tu objetivo es perder peso. Si acudes a un coach es porque no has conseguido hacerlo por tu cuenta. Probablemente sepas qué quieres lograr (perder tantos kilos por mes), incluso te has leído libros sobre cómo hacerlo (estrategias que han funcionado con éxito en otras personas), pero no obtienes resultados porque existe un conflicto interior entre lo que quieres y lo que eres. Si por ejemplo eres una persona con poca voluntad, te distraes fácilmente, te prometes que vas a hacerlo pero nunca lo haces, etc. es que tu personalidad no es la adecuada para alcanzar este objetivo en concreto.
Un coach estratégico te ayudará a alinear tu forma de ser, pensar y sentir para que puedas lograr tu objetivo. ¿Y qué ocurrirá cuando lo consigas? Que aparte de sentirte muy bien, te habrás convertido en una persona más capaz, con más recursos... y a lo mejor te plantearás objetivos nuevos que hasta ahora no eras capaz siquiera de visualizar. Vas a crecer y expandir tu psicología.
A grandes rasgos, en el coaching estratégico se trabajan los siguientes elementos clave:
· La visión o qué es lo que quieres alcanzar
· Una estrategia y plan de acción concreto para lograr este objetivo
· Si no consigues cumplir con tu plan de acción, entonces se trabajan tus conflictos internos, porque existe una contradicción entre tu programación anterior y el objetivo
· En cada sesión se producen Breakthroughs o momentos Ahá, cuando de repente te das cuenta de algo importante que te estaba bloqueando
· El coaching estratégico tiene una parte educativa, en la que formamos a nuestro cliente sobre cuestiones de coaching, elementos clave de la psicología humana, para que entienda por qué actúa como actúa y qué puede hacer para tomar mejores decisiones
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